viernes, 6 de julio de 2012

MISIÓN

Vender con amabilidad y buen servicio toda clase de productos empacados no perecederos, dulces, refrescos, bebidas gaseosas, tortas de diferentes marcas; además de cigarrillos, periódicos y revistas. Contando con un buen número de proveedores que facilitan el surtido del módulo, se atiende a clientes de una diversidad de clientes que transitan por las calles de la ciudad, para los que siempre habrá una sonrisa y un detalle como ingrediente secreto para mantener el negocio.

VISIÓN

Satisfacer las necesidades de una gran diversidad de clientes que necesiten de diferentes productos propios de una cigarrería que irían desde productos empacados, bebidas, enlatados, productos lácteos, dulces, chocolates, tortas, hasta cigarrillos, revistas y periódicos. Para esto se contará con un variado surtido de marcas que satisfagan precios, intereses, y posibilidades. Este negocio se proyecta como una gran cigarrería con una variada y rica oferta de productos nacionales e importados que ofrezca excelente calidad y servicio a los clientes y una mejora en la calidad de vida de todos los que participen y trabajen en él.

OBJETIVOS

- Convertir la empresa en líder en el negocio de las cigarrerías en Bogotá, que se destaque por el buen servicio y el detalle especial con los clientes permanentes y asiduos.

- Ofrecer una gran variedad de productos y de marcas para satisfacer a todo tipo de clientes y de presupuestos.

- Construir la imagen corporativa de la empresa a través de una excelente publicidad con volantes que muestren el objetivo central de negocio y los productos que se ofrecen.

- Mantener el negocio como la posibilidad de la mejora de la calidad de vida de los dueños y los empleados de la empresa.

HISTORIA DE VIDA

Soy Leonor Gómez, durante mucho tiempo trabajé en restaurantes pero me pagaban muy poco y no me alcanzaba para el diario, por eso decidí, con la ayuda de una amiga, salir a la calle a vender dulces. Duré ocho años vendiendo dulces, hasta que me hicieron una inscripción  como vendedora ambulante, luego me llamaron para asignarnos unos kioscos porque no podía estar en el espacio público.

Allí, en el sitio que me asignaron, he estado aproximadamente cinco años. Ahí me he aguantado el frío, el sol, pero no estoy corriéndole a la policía, lo he explotado desde un comienzo y me gusta estar allí, en el kiosco que me asignaron.